En los últimos años ha crecido rápidamente el uso del deporte —especialmente del fútbol— para contribuir al desarrollo y la paz. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible identifica el papel del deporte como «un importante facilitador del desarrollo sostenible» y reconoce que «el deporte contribuye cada vez más a hacer realidad el desarrollo y la paz promoviendo la tolerancia y el respeto, y que respalda también el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, de las personas y las comunidades, así como los objetivos en materia de salud, educación e inclusión social» (Naciones Unidas, 2015).
¿Por qué el fútbol?
Al ser el deporte más popular del mundo, el fútbol sirve como idioma universal para conectar a las personas de todo el planeta. Esto lo convierte en el vehículo ideal para fomentar el desarrollo y la paz, además de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible priorizados por las Naciones Unidas y los gobiernos.
En una revisión sistemática de más de 3000 entidades del ámbito del desarrollo y la paz, Svensson y Woods (2017) detectaron que, si bien estas utilizan 32 disciplinas deportivas diferentes, un abrumador 30 % de las entidades que emplean el deporte para el desarrollo apuesta por el poder del fútbol (el siguiente más utilizado es el baloncesto, con un 3 %). Esto excluye a organizaciones que utilizan varios deportes, entre los cuales puede estar el fútbol, lo cual ilustra una vez más el alcance global sin parangón de este deporte y su potencial para promover el cambio.
El papel de la Fundación FIFA
La Fundación FIFA está desempeñando un importante papel en el refuerzo del movimiento Football for Good. FIFA 2.0, la nueva visión de la FIFA, consiste en promover el fútbol, proteger su integridad y acercarlo a todo el mundo.