Los círculos de inicio se realizan mejor al reunir a los jugadores en un círculo de pie porque se preparan para estar físicamente activos. El entrenador-educador debe situarse de pie en el círculo con los jugadores para que estos puedan verle y oírle fácilmente.
Los círculos finales se realizan mejor con los jugadores sentados y se pueden llevar a cabo en el campo de fútbol o incluso en un aula.
El círculo final es el momento de reunir a los jugadores para reflexionar sobre las actividades futbolísticas y establecer una relación con las aptitudes para la vida. En el círculo final se utiliza una variedad de métodos participativos para aumentar al máximo la participación, invitar al debate y al pensamiento crítico. El papel del entrenador-educador no es el de dar una lección a los jugadores, sino el de promover el debate saludable y moderar al grupo. Un buen círculo final verá a los jugadores hablar y debatir más que el entrenador-educador. Utiliza los siguientes consejos para moderar con éxito un círculo final:
- Asegúrate de tener espacio suficiente para sentarse en un gran círculo o haz pequeños grupos. Utiliza el espacio que tengas disponible. Por ejemplo, el grupo se puede reunir en un lugar tranquilo y con sombra, al lado del campo de fútbol o volver al aula.
- Utiliza los métodos participativos proporcionados para involucrar a todos los jugadores en el seguimiento del debate, asegúrate de no dejar a ningún jugador fuera.
- Utiliza las preguntas simples y abiertas proporcionadas para invitar al debate.
- Dar tiempo a los jugadores para pensar y debatir.
- Escuchar, hacer comentarios y fomentar el debate entre los jugadores en vez de dirigirlo. Proporciona algunas orientaciones, pero intenta evitar que la sesión se convierta en una lección.
- Anima a los jugadores a compartir sus ideas y experiencias.
- Crea un entorno seguro y cómodo para el debate, la reflexión y el pensamiento crítico.
- Promueve una atmósfera libre de prejuicios en el grupo al pedir a los jugadores que valoren y respeten las contribuciones de los demás.
- Aportar reflexiones que demuestren que se está escuchando y resuman lo que se ha dicho.
- Controlar el tiempo y velar por que la conversación sea breve.