Dado que existen otros asuntos urgentes y prioridades que pueden entrar en conflicto y, además, los recursos son limitados, es posible que las escuelas y sus equipos directivos se pregunten por qué es necesario ofrecer fútbol en las escuelas. Sin embargo, el Programa F4S permite a las escuelas abordar toda una serie de problemas sociales, a la vez que ofrece un medio atractivo para llegar a los alumnos e incluso para motivar también al profesorado.
Los gobiernos de todo el mundo se han comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS). Vale la pena recordar que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible identifica el papel del deporte como «un importante facilitador del desarrollo sostenible» y reconoce que «el deporte contribuye cada vez más a hacer realidad el desarrollo y la paz promoviendo la tolerancia y el respeto, y que respalda también el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, de las personas y las comunidades, así como los objetivos en materia de salud, educación e inclusión social» (Naciones Unidas, 2015). El deporte supone una gran oportunidad para avanzar a partir de los compromisos previos de actores internacionales, nacionales y locales con el fin de mejorar la posible contribución de la práctica deportiva al desarrollo sostenible.
El programa está diseñado para promover aptitudes para la vida y competencias específicas mediante el fútbol y contribuir a los ODS de la ONU y otras prioridades. El Programa F4S está alineado con el deporte, la educación y las políticas sanitarias globales, incluido el Plan de acción de Kazán, la agenda Educación 2030: Declaración de Incheon y Marco de Acción, y el Plan de acción mundial sobre actividad física (GAPPA, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y los gobiernos pueden emplearlo para ampliar otras prioridades de desarrollo nacional.
El fútbol en el sistema educativo
Este programa no se ha diseñado para restar tiempo de clase, sino para complementar el esfuerzo de los educadores y potenciar los avances educativos con el fin de ayudar a los gobiernos. El fútbol puede desempeñar un papel fundamental en el sistema educativo a modo de «escuela para la vida».
Se ha demostrado que el fútbol (y el deporte en general) resulta esencial para el bienestar de los más jóvenes y fomenta la adquisición de aptitudes y otros valores importantes para la vida. Un estudio de 2003 de las Naciones Unidas demuestra que los niños que dedican cinco horas a la semana a hacer deporte suelen obtener mejores resultados académicos que aquellos que le dedican menos de una hora semanal.
La agenda Educación 2030: Declaración de Incheon y Marco de Acción, dirigida por la UNESCO y sus socios, es crucial para perseguir las ambiciones educativas descritas en el ODS 4 de la Agenda 2030. El ODS 4 tiene como objetivo «garantizar una educación de calidad, inclusiva e igualitaria, así como fomentar oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos» en 2030. La educación física y las actividades deportivas dentro y fuera de las escuelas contribuyen al ODS 4 al ofrecer una amplia variedad de posibilidades de usar el deporte como vector para la difusión del conocimiento y el desarrollo de habilidades pertinentes para el desarrollo sostenible.
El fútbol y las aptitudes para la vida
Se ha demostrado que practicar deporte tiene múltiples beneficios físicos, sociales y psicológicos para alumnos de todas las edades. Los niños de todo el mundo pueden aprender importantes valores y aptitudes para la vida mediante iniciativas deportivas diseñadas con un objetivo específico, como el Programa F4S. Entre las aptitudes para la vida se incluyen competencias y cualidades interpersonales que ayudan a las personas a tomar decisiones informadas, resolver problemas, pensar de forma crítica y creativa, comunicarse de forma efectiva, construir relaciones sanas, empatizar con los demás y afrontar y gestionar sus vidas de una forma sana y productiva.
El Programa F4S busca crear las siguientes aptitudes para la vida entre los jóvenes:
- Comprensión personal (habilidades intrapersonales y cognitivas), como la confianza en uno mismo, el respeto por uno mismo, la conciencia propia, el autocontrol, la autosuficiencia, el pensamiento crítico, la toma de decisiones y una mentalidad de crecimiento.
- Relaciones personales (habilidades interpersonales), como el desarrollo de la comunicación asertiva, la empatía, el apoyo entre iguales y habilidades relacionales.
- Cohabitación con el resto del mundo (habilidades de civismo activo), como el respeto por lo diferente, la comprensión del desarrollo sostenible, los valores de igualdad y las dotes de liderazgo.
- Salud y bienestar (comportamientos saludables), como la actividad física, el fomento de la salud mental, la toma de decisiones saludables, la evaluación de riesgos, la nutrición, la higiene y la seguridad personal.
Fútbol y salud
El fútbol puede mejorar la salud mental y física, aumentar el bienestar y reducir las probabilidades de padecer enfermedades en el futuro. Este dato es especialmente importante si tenemos en cuenta que los índices de actividad física están descendiendo en todo el mundo y las enfermedades asociadas a un determinado estilo de vida van en aumento, según publicó la Organización Mundial de la Salud en 2014. Se trata de una prioridad para muchos gobiernos y deben adoptarse medidas urgentes para que los ciudadanos hagan más ejercicio.
Otros beneficios del fútbol
A continuación, se presentan algunos de los beneficios derivados del fútbol:
- Genera cohesión social, ya que une a distintos grupos de personas y reduce las diferencias entre ellos.
- Contribuye a la economía y genera empleo.
- Promueve el progreso de los jóvenes apoyándoles para que desarrollen sus habilidades y capacidades.
- Ofrece oportunidades a mujeres y niñas, cuestionando así los estereotipos de género.
- Aborda el cambio climático mediante la creación de zonas verdes y el respeto por el medio ambiente.
El fútbol (el deporte) como derecho humano
El acceso al fútbol, o a cualquier otro deporte, es un derecho humano universal. Las Naciones Unidas y países del mundo entero así lo han reconocido al firmar declaraciones en las que se comprometen a que todas las personas, independientemente de su procedencia y capacidades, puedan acceder al deporte. Sin embargo, este derecho a menudo se denomina «el derecho olvidado», pero juntos podemos hacer que pase a un primer plano.